Acababa de llegar del bar del motel, e iba bastante cansado para que negarlo, era mi cabeza quien estaba a punto de estallar en cualquier momento, pero pasaba de ello y de todo lo demás, el gerente del motel me había invitado varis veces a dejar la barra de aquel bar, pero como "buen hombre que era" no rechazaba un dólar por más que estuviera a punto de sufrir un coma etílico que tristemente no iba a suceder, así que estuve en aquella barra hasta que me dio la gana, vaso tras vaso, copa tras ...